viernes, 23 de diciembre de 2011

Bienes Invisibles

Una historia que nos enseña que lo material no es la felicidad 
 

Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, en una pequeña ciudad del norte de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, ha colocado en la chimenea una gran media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos.

Pero su mamá sabe que no habrá regalos de Navidad para Tomás por su falta de dinero. Para evitar su desilusión, le explica que hay bienes visibles, que se compran con dinero, y bienes invisibles, que no se compran, ni se venden, ni se ven, pero que lo hacen a uno muy feliz: como el cariño de la mamá, por ejemplo. 

Al día siguiente, Tomás despierta, corre a la chimenea y ve su media vacía. La recoge con emoción y alegría y se la muestra su mamá: "¡Está llena de bienes invisibles!", le dice, y se le ve feliz. 

Por la tarde va Tomás al salón parroquial donde se reúnen los chicos, cada cual mostrando orgulloso su regalo. "¿Y a ti, Tomás, qué te ha traído Papá Noel?", le preguntan. 

Tomás muestra feliz su media vacía: "¡A mí me ha traído bienes invisibles!", contesta. Los chicos se ríen de él. Entre ellos Federico un niño consentido quien tiene el mejor regalo pero no es feliz. Por envidia sus compañeros le hacen burla porque su lindo auto a pedal no tiene marcha atrás, y enfurecido destruye el valioso juguete. 

El papá de Federico se aflige, y se pregunta como podría darle gusto a su hijo. En eso ve a Tomás sentado en un rincón, feliz con su media vacía. Le pregunta: "¿Que te ha traído Papá Noel?"

"A mí bienes invisibles", contesta Tomás ante la sorpresa del papá de Federico, y le explica que no se ven, ni se compran, ni se venden, como el cariño de una mamá. 

El papá de Federico comprendió. Los muchos regalos visibles y vistosos no habían logrado la felicidad de su hijo. Tomás había descubierto, gracias a su mamá, el camino a la felicidad.


(Bernardino Piñera Carvallo)










Recomiendo:
Regalos de Navidad

lunes, 28 de noviembre de 2011

Como las Flores


Un joven le pregunto al Sabio, ¿qué debo hacer para no enojarme?

Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.
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- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores -continuó el sabio anciano, señalando unos lirios que crecían en el jardín.

Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas.
Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse.

Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.

Éso, es vivir como las flores.

viernes, 14 de octubre de 2011

¿Qué es amar?



Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto;

Aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla;

Ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado;

Es reconocer y mostrar que tiene derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo;

Es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo y a su manera;

Apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas;

Es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas, más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

(Andrea Weitzner)

lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Quién mato el Amor?

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos ellos. Todos los sentimientos malos del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito.
Cuando estuvieron todos habló el odio y dijo: “Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien”.

Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el odio el que estaba hablando y  él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí, quien sería tan difícil de matar para que el odio los necesitara a todos.

“Quiero que maten al amor”!, dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas.

El primer voluntario fue el mal carácter, quien  dijo: “Yo iré, y les aseguro que en un año el amor habrá muerto, provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará”.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del mal carácter quedaron muy decepcionados: “Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia el amor la superaba  y salía adelante”.

Fue cuando muy diligente se ofreció la ambición que haciendo alarde de su poder dijo: “En vista de que el mal carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del amor hacia el deseo por la riqueza y por  el poder, eso nunca lo ignorará”.

Y empezó la Ambición el ataque hacia la víctima, quien efectivamente cayó herida, pero  después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.

Furioso el odio por el fracaso de la ambición envió a los celos, quienes, burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas, situaciones para despistar al amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.

Pero el amor confundido lloró, y pensó que no quería morir y  con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envió la frialdad, el egoísmo, a la indiferencia, la Pobreza, la enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El odio convencido de que el amor era invencible les dijo a los demás: “Nada que hacer. El amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos”.

De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte: “Yo mataré al amor, dijo con seguridad. Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido.

El Odio dijo: “Ve y hazlo”.

Tan solo había pasado algún tiempo cuando el odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar que por fin el AMOR había MUERTO.

Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: “Ahí les entrego al amor, totalmente muerto y destrozado” y sin decir más se marchó.

¡Espera! Dijo el Odio, en tan poco lo eliminaste por completo, lo despedazaste y no  hizo el menor esfuerzo para vivir.

¡Quién eres? El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo SOY LA RUTINA.

Que nuestros malos sentimientos, defectos y malas virtudes no nos quiten o maten ese amor que hay en el fondo de nuestro corazón y que cada día sale a  través de una sonrisa, una mirada, una palabra. 
Cada acto debe ser diferente y así la rutina no se apodere de nuestro ser.


sábado, 9 de julio de 2011

Siete


Siete no es un número cualquiera…

Está relacionado con la perfección, a lo espiritual, al conocimiento profundo, a la buena suerte…no es un numero más (yo llegue a este mundo un día 7)

Desde los siete días que llevó a Dios crear el mundo para descansar el séptimo, son siete los mares hasta la…hasta las siete vidas del gato (si se algunos dicen que son nueve...pero de qué hablamos los gatitos solo tienen una!); bueno decía, las siete plagas de Egipto, los siete pecados capitales, siete chacras (puntos de energía en el cuerpo), siete maravillas del mundo, los metafísicos hablan de siete niveles de conciencia, los siete colores del arcoíris, las siete notas musicales, la danza de los siete velos, Blanca nieve y los siete enanitos…¡sí! y podemos seguir y seguir (bueno no me acuerdo de nada más) pero nadie puede negar que el número 7 ostenta una notoriedad intrigante.

Investigar sobre el significado del número siete, e incluso a las enseñanzas de la Biblia, de Pitágoras, los cuentos de

es un camino que conduce…a Google, donde encontramos:

De acuerdo a esta interpretación griega de los números, el siete es la unidad universal. Tiene un parentesco con el cuatro, símbolo de la tierra, que representa la realización de la unidad del mundo. Esta semejanza hace que al siete se le atribuyan los siete astros errantes o planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, luna, sol). Cuando procede del 6+1 se representa por una estrella de seis puntas con un punto en su centro, es el equilibrio tendiendo a la interioridad, revelando el misterio de la circulación de las fuerzas de la naturaleza.

Los esotéricos denominan al siete como número del destino. Este denota a alguien que está solo la mayoría del tiempo, pero a diferencia de otros, a estas personas les gusta la soledad, porque son soñadores y un poco filósofos. Este número concierne más al conocimiento y el desarrollo espiritual que con la parte material de la vida.

En la cultura judía el número siete desempeña un papel fundamental en la fonética y es el que domina el ciclo del año. Cada séptimo días es su sabbat; el séptimo mes es sagrado; el séptimo año es un año sabático. El año del jubileo era determinado por el número siete, multiplicado por siete. La fiesta de los Azimos (pan) duraba siete días, lo mismo la festividad de la Pascua judía. También se habla de los siete frutos de Israel, siete cielos, siete cámaras del paraíso; siete categorías de las almas judías, los siete pastores de Israel (Abraham, Isaac, Yaacob, Moisés, Aarón, David y Salomón).

Y podría continuar, pero la idea no es aburrirlos, Si se pone a hurgar es probable que encuentre más hechos donde el siete está presente, toda la información la pueden encontrar en libros y actualmente en Internet…finalmente está claro que el número siete…es ¿simplemente un número? , para mí es un número misterioso y mágico.